viernes, 31 de agosto de 2007

4 de junio de 2004

Reunión de la Junta Departamental de Letras del 4 de junio de 2007

Índice:

0. Asistentes

1. Informe de la Secretaría de Bienestar Estudiantil sobre la publicación de la revista Espacios

2. Lectura y firma del acta de la reunión anterior. Comentarios ad hoc

3. Redistribución de las rentas: exclusiva liberada por la Prof. Serra y semiexclusiva liberada por el Prof. Sancholuz

4. Carta elevada por la cátedra de Análisis de los lenguajes de los medios masivos

5. Solicitud de licencias

6. Nota elevada por las Profesoras Giammateo, Kornfeld y Laura Ferrari sobre el dictado de Sintaxis

7. Pedido de Prof. Porrúa sobre designaciones en su cátedra

8. Propuestas de seminarios para el segundo cuatrimestre de 2007

0. Asistentes

Mayoría del claustro de Profesores: Salvio Martín Menéndez.

Minoría del claustro de Profesores: Nora Domínguez.

Mayoría del claustro de graduados: Mariana Bendahan.

Minoría del claustro de graduados: Nicolás Bermúdez.

Mayoría del claustro de estudiantes: Lucía Salgado.

Minoría del claustro estudiantil: Claudio Adrianzen Bei.

Sr. Director del Departamento: Jorge Panesi.

Sra. Secretaria Académica: Susana Santos.

Entre los asistentes de oficio, se encuentran: Alicia Carrizo (representante por la mayoría de graduados en la Junta 2004-2006), numerosos alumnos (algunos agrupados, otros independientes, digamos… seis o siete).

1. Informe de la Secretaría de Bienestar Estudiantil sobre la publicación de la revista Espacios.

Al inicio de la reunión la Secretaria de Bienestar Estudiantil René Girardi informa que junto con la Secretaria Académica de la Facultad y el Secretario de Publicaciones está recorriendo las juntas para informar la nueva metodología de edición de la Revista Espacios (publicación de la facultad). La intención es que éste sea un órgano de difusión de la facultad con tres publicaciones anuales, dedicadas a tres carreras por número. Según la planificación, la primera estará dedicada a Geografía, Artes y Bibliotecología, la segunda a Filosofía, Edición e Historia, y la última a Letras, Antropología y Educación. Es por medio de los Departamentos que se busca que se recopile el material que las conformará.

En ese sentido, Claudio Adrianzén Bei por la minoría estudiantil interviene para saber cuales son los criterios de publicación y si pueden publicar alumnos. La secretaria, un tanto atónita ante la pregunta, responde que se publicará todo lo que apruebe el comité editorial, y que eso incluiría a los alumnos.

Asimismo, se comenta que se ha elevado el pedido de que haya una resolución que expresamente dé reconocimiento institucional a los proyectos de extensión (lo que significa en concreto que pueda sumar currículum, lo que no sucede actualmente). La mayoría de graduados pregunta cuáles son los requerimientos para la presensación de programas de extensión. La respuesta de la Secretaria es que tiene que tener “un vínculo con la sociedad, por supuesto”, y que el pedido se hace por mesa de entradas, como cualquier hijo de vecino. En ese sentido hace una diferenciación entre programas y cursos, talleres o seminarios, ya que estos últimos “pueden ser gratuitos o arancelados”. En ese caso, no se puede cobrar tanto, “se pueden cobrar bien los cursos para empresarios, por ejemplo, pero hay que evaluar que haya cierta demanda”.[1]

2. Lectura y firma del acta de la reunión anterior. Comentarios ad hoc.

El Prof. Panesi pasa lectura al acta de la reunión de Junta anterior. Al terminar mira a todos esperando aprobación en sus caras; al recibirla la pasa para que sea firmada. Susana Santos, por su parte, reparte los puntos del orden del día.

Susana Santos informa que la reunión ínter juntas que se suspendió (pautada originalmente para el 9 de mayo) pasa para el día 11 a las 18hs. El Prof. Panesi lee la convocatoria que envía la Secretaria académica para la misma reunión.[2]

Nora Domínguez dice, a propósito de la convocatoria a la presentación de cátedras paralelas que hizo la Junta de Letras, que “no le había quedado claro” que la convocatoria fuera para todas las materias, y que la recordaba solamente para las introductorias. El Prof. Menéndez le responde que ese era el planteo inicial pero que luego del debate entre varios actores de la carrera (en reunión interclaustros convocada por el Dpto. con fecha 28/05) se propuso que esto fuera extensivo para todas las materias.

3. Redistribución de las rentas: exclusiva liberada por la Prof. Serra y semiexclusiva liberada por la Prof. Sancholuz.

El Prof. Panesi menciona que el próximo punto en el Orden del día corresponde al reparto de la renta de Serra. Susana Santos entrega el listado con los ad honorem puros[3] que hay en el departamento. El listado fue armado para que cuando fuera liberada una renta, el dinero se repartiera entre aquellos docentes que no perciben renta siempre siguiendo el criterio de antigüedad (se renta primero al que ha permanecido más tiempo en condición de ad honorem).

Menéndez pregunta si la fecha que figura (en la lista) es la del nombramiento o la que corresponde al momento en que el docente comenzó a desempeñar su cargo. Susana Santos informa que la fecha indicada corresponde a la del nombramiento y se pregunta luego cuál es el criterio de prioridad cuando hay una cantidad de nombramientos en la misma fecha. Nadie le responde aún. Finalmente, cierra su intervención con el siguiente interrogante: “¿Cuántas rentas simples representa la renta de Serra?”

Susana Santos comenta que es una renta exclusiva. Mariana Bendahan agrega, luego de algunos cálculos, que alcanzaría para tres rentas simples sin antigüedad y un poquito.

El debate se da en relación al pedido de Beatriz Colombi de repartir la renta de la Prof. Sancholuz al interior de su cátedra.[4] El Prof. Menéndez pregunta cuál será el criterio para la repartición de rentas. Puede ser el “criterio Sarlo”, que estipula que se reparta la renta entre los ad honorem del Departamento, o el nuevo “criterio Colombi”, es decir, en la cátedra de origen según las necesidades que ésta tenga.

Nora Domínguez pregunta cuándo concursa el cargo de Serra, pregunta muy pertinente ya que la renta que se está repartiendo está atada a concurso, por lo que aquello que se reparta será de carácter provisorio hasta que se concurse el cargo. Susana Santos responde que en octubre.

Luego de haber empezado el debate a medias, y para aclarar el empantanamiento, Panesi pasa a la lectura de la carta presentada por Colombi. Dice ésta que la situación de la Cátedra de Literatura Latinoamericana I es precaria y que, por este motivo, son necesarios una serie de nombramientos urgentes, promoción de cargos, distribución de renta, etc. para asegurar el funcionamiento de la misma. Menéndez plantea entonces que la forma del pedido y lo que pide no es más que la redistribución de los medios que tiene en la cátedra para su mejor aprovechamiento, y que el problema es que hay que decidir qué criterio se tiene para la distribución de rentas y se si acuerda o no con el criterio planteado por Colombi.

Todos notan que la primera persona en el listado de ad honorem coincide con una de las personas a las que Colombi solicita se les asigne una renta. La discusión se centra, a partir de allí, en el modo en que se debe proceder en los casos en que hay coincidencia en la fecha de nombramiento. El Prof. Menéndez insiste en que notemos que se rentará igualmente a esta docente en cuestión, pero que no es lo mismo que reciba la renta en base a un criterio que en base a otro.

Claudio Adrianzén Bei, propone regresar al debate de los criterios, para no repetir la discusión sobre rentas particulares cada quince días. Al no tener acordado[5] criterio que no se modifique según quien haga los pedidos, nunca se puede avanzar en este tema. Menéndez interviene diciendo que el dinero es del departamento y no de las cátedras, y que ése es un criterio. Carrizo propone que haya criterios cruzados por listado pero también por necesidad de las cátedras para funcionar.

Nora Domínguez intenta nuevamente echar luz sobre el hecho de que “las cátedras están perdiendo rentas”[6] y dice recordar que se ha aplicado, en reiteradas ocasiones (y es cierto), el “criterio Colombi” para la distribución de rentas. Menéndez, contrariando esa posición, sostiene que el “criterio Sarlo” es el más extendido y el que más ha usado la junta; aunque es cierto que se han hecho excepciones, desde su punto de vista, cuando peligraba el dictado de una materia.

Claudio Adrianzén Bei le recuerda a la Junta que “es la Junta de una carrera, no de un conjunto de cátedras”, por lo que se debería privilegiar un listado sin nombres de cátedra para poder garantizar un salario mínimo, una obra social y una ART, por lo menos, a una persona que está sosteniendo con su trabajo ad honorem, es decir, gratis, el dictado de una materia. Mariana Bendahan agrega que la política del departamento debería, como dijo Claudio, distribuir privilegiando la mayor estabilidad. Alicia Carrizo pregunta si “nos dan bola” en el Consejo con este criterio de distribución al listado de ad honorem. Todos contestan a la vez (algo así como) que nadie lo sabe.

El Prof. Menéndez menciona que un ayudante con renta atada a concurso no está en esa lista, y que si se sustancia el concurso al que está atada su renta se vuelve a convertir en integrante de la lista. Eso es una complicación también para los criterios de lista (sigue preguntando qué se hace con los ad honorem que fueron nombrados en la misma fecha).

Al fin Susana Santos nos informa el monto exacto de las rentas liberadas: $1667 atado a concurso (renta correspondiente a una dedicación exclusiva liberada por la profesora Serra) y $ 335 liberada por un ayudante con simple.

Luego de más cálculos se concluye que alcanza para cinco rentas simples. Eso significa que se cubren los ad honorem con nombramientos más antiguos, y que hay algunos de aquéllos que tienen la misma fecha de nombramiento. El Prof. Menéndez hace su pregunta nuevamente. Esta vez es ineludible, y se acuerda ver las necesidades de las cátedras a las que pertenecen y evaluar cantidad de matrícula, composición (esto se basa en que hay grandes irregularidades en la composición de las cátedras con menos docentes concursados, nombramientos y renta de las que debería haber; por eso hay algunos ayudantes que terminan sobrecargados de trabajo, dando más prácticos de los que corresponde, etc. Si a esto se le suma que son trabajadores ad honorem, la situación se hace cada vez menos sostenible. Por eso se considera la situación de la materia cuando hay que decidir a quién se le da renta cuando ya no hay algunos con más tiempo trabajando que otros).

Se intenta durante un largo rato ver los datos y cruzarlos en ese mismo momento, finalmente Susana Santos se compromete a enviarlos por correo electrónico.

El Prof. Menéndez pregunta cuál es el criterio (pero esta vez) de la cantidad de ayudantes por alumno. La pregunta, dice, se basa en que el consejo modifica el criterio todo el tiempo.

Mariana Bendahan dice que el criterio que maneja la Secretaría Académica es de cincuenta alumnos por ayudante y por cada doscientos, un JTP. El Prof. Menéndez le responde que sueña con verlo escrito.

Queda pendiente hasta que se haga el cruce de datos y se pueda saber qué cátedras con docentes ad-honorem de la lista están con mayor necesidad de que ese trabajador sea rentado para darle más aire a la cátedra para funcionar.

4. Carta elevada por la cátedra de Análisis de los lenguajes de los medios masivos

El Prof. Panesi informa que en marzo el Dpto. solicitó un nombramiento para la materia. Aún no se ha resuelto.

5. Solicitud de licencias

Se acepta por unanimidad la solicitud de licencia de: el Prof. Guzmán de Literatura del S XX, El Prof. Menéndez de Lingüística, y de la Prof. Rosa Penna de Literatura Inglesa.

6. Nota elevada por las profesoras Giammatero, Kornfeld y Lauda Ferrari sobre el dictado de Sintaxis

El Prof. Panesi lee la carta elevada por las Profesoras Giammateo, Kornfeld y Laura Ferrari sobre el dictado de la materia Sintaxis. Dicen que ellas no han presentado programa en los últimos cuatrimestres porque la materia está concursada y ellas están inscriptas en el mismo. La profesora Borzi presentó un programa para que la materia fuera dictada, y ella también va a concursar. Les parece que es injusto porque crearía antecedentes para el concurso. En función de eso solicitan, o bien que se suspenda el dictado de la materia hasta que se sustancie el concurso, o bien que todas lo dicten para que no haya diferencias y discriminación en los antecedentes.

El Prof. Panesi aclara que todas tienen antecedentes en el dictado de esa materia en el pasado, y que hace mucho tiempo que no se dicta.

Menéndez, por su parte, aclara que no todas pueden dictar la materia. Nora Domínguez pregunta el porqué, y le responden que Kornfeld no pertenece al claustro de profesores y que no puede dictar una materia. Se aclara que todas esas materias dependen de Ciapucio y que las dictan cuando pueden.

El Prof. Panesi aclara (ya poniéndose ciertamente de mal humor) que todo ese problema tiene que ver con la interpretación del reglamento de concursos. Cada Consejo (se refiere a que los Consejos en las distintas gestiones han tenido lecturas disímiles) lo interpreta como quiere, a veces se considera el dictado de materias en el área y a veces no. Es una materia puente y es necesario dictarla, el departamento no tiene la culpa de que la cátedra de gramática absorba todo lo que se refiere a esas materias.

El Prof. Menéndez recuerda que hay un llamado a presentación de cátedras paralelas del departamento para todas las materias, así que si quieren presentar programas, que presenten todos los que quieran.

El Prof. Panesi aclara que la Junta no tiene que resolverlo porque sólo tiene una copia de lo presentado en Consejo. Allí se definirá si quieren la opinión de la junta o no.

7. Pedido de la Prof. Porrúa sobre designaciones en su cátedra

Ante el pedido de la Prof. Porrúa de designaciones en su cátedra (Española III), Susana Santos dice que se han hecho infinidad de veces los pedidos. El Prof. Menéndez opina que dado eso, hacer otro más sería un pedido “in vacuo, perdón por el latinismo”. Se decide volver a revisar cuál es el estado de todos esos pedidos, pero “más no se puede hacer”.[7]

8. Propuestas de seminarios para el segundo cuatrimestre del 2007

Se aprueban tres seminarios de la orientación en Teoría Literaria, Profesores rechaza el pedido de que el seminario “Filosofía historia y comunidad. La filosofía el la historia y la historia en la filosofía: actualización de una problemática político-filosófica en ciertos autores del siglo XIX” (presentado por los Prof. Eduardo Glavich y Mario Heller) sea incluido en la orientación. Sí se aprueba ese mismo seminario para el Tramo de Elección Libre, junto con otros dos. Para ese mismo tramo se rechaza “momentáneamente”, con pedido de reformulación, el seminario presentado por los Profesores de la Cátedra Abierta de Estudios Americanistas “Hacia el Bicentenario: Revolución y contrarrevolución en el proceso emancipador”.

Para la orientación en Literatura Española, se aprueban dos de los tres seminarios presentados, y se pide seria reformulación al seminario presentado por las Prof Castronuevo y Artesi “Formas del Humor en el teatro español del siglo XX”. Para la orientación en Literatura Argentina y Latinoamericana se aprueba el único seminario presentado por la Prof. Drucaroff: “Relatos a la intemperie”, y se aprueban también cuatro seminarios de la orientación en Literaturas Extranjeras.



[1] Bueno, seguramente de esto algo se pueda decir. En principio, estos cursos o seminarios se brindan con el sello de la facultad tienen. Aquellos que son arancelados, obviamente, generan ingresos para la Secretaría (que luego pasan a la facultad) y para los docentes que los brindan.

Sin caer en proclamas un tanto gastadas y obvias, la pregunta que cabe es si lo que efectivamente se busca es un vínculo con la sociedad, como con tanta obviedad se desprende de las palabras de la Secretaria de Extensión o si, por otro lado, se trata de generar ingresos para la facultad. Esto, así solito, no parece decir mucho. Seguramente sería interesante pensar si es efectivamente para eso que la facultad debe tener una Secretaría de Extensión. En fin, habrá que pensarlo.

[2] Adjunto una nota enviada por mail a algunos compañeros de la carrera en ocasión de esta reunión:

Resulta que allá por febrero, la Secretaría Académica (conformada, obviamente, por un equipo que responde al decano) ingresó por Mesa de Entradas un proyecto de Carrera Docente. El mismo, básicamente, pretender reemplazar en casi en desuso sistema de concursos para ayudantes de primera, segunda y JTP en FFyL.

Digo "casi en desuso" porque los concursos no se sustancian prácticamente (el Dpto. los pide, pero el Consejo Superior no les da curso). El motivo seguramente más importante para que esta instancia no funcione (habría que preguntarles igual…) es la inexistencia de rentas. Todos los llamados a concursos (al menos del Dpto. de Letras) salen con pedido de renta (para no seguir aumentando el número de ad honorem).

De este modo, sucede que, en muchos casos, quienes hoy están a cargo de materias y cursos ocupan ese lugar en condición de "interinos". Esto, por detrás, esconde demasiadas cosas: desde la posibilidad de que haya acomodo dentro de las cátedras hasta que docentes dependan de la firma del titular (y, consiguientemente, de caerle bien) para renovar su condición laboral un año más (los cargos concursados duran siete años).

En todo caso, este proyecto que presenta la gestión intenta reemplazar el sistema actual por un sistema más o menos parecido pero no tanto. Entre los cambios más radicales que se proponen están:

· La definición (o indefinición, véase en las observaciones que redactó el Dpto. de Letras) de derechos y obligaciones para docentes (sólo alcanza el Proyecto a ayudantes de primera, segunda y JTP).

· La creación de una “Comisión Evaluadora” (jurado) por carrera (cuya designación es efectuada por el Consejo Directivo [cuyos cargos son eminentemente políticos, al igual que en el caso de la Junta]) , compuesto por profesores, que reemplazaría al habitual jurado (que se elige para cada concurso en particular) designado por la Junta. Además, desaparece la figura del veedor (quien supuestamente daba cuenta de “la moral y las buenas costumbres” de los jurados, además de verificar la legalidad en los procedimientos de éstos).

· Al ser una Comisión Evaluadora por carrera, sería la mismo la que evalúe a docentes de lingüística y de teoría literaria, por dar un ejemplo.

Éstos son algunos de los puntos que se abordan en el mismo.

Les envío esto por un lado porque creo que no está del todo difundida esta problemática, sobre todo teniendo en cuenta que muchos de nosotros pensamos en la docencia en la facultad como un espacio de desarrollo en el campo de las letras. Por otro lado, me parece pertinente que, en condición de estudiantes, podamos tener una posición respecto de cómo se está desarrollando esta discusión.

El lunes seguramente se esté discutiendo sobre esto en la Junta (lunes 19 horas en el Dpto.), cualquiera puede acercarse a participar de este espacio. Se planifica una reunión (planificada para el 28/05 pero cancelada) en la que todos los representantes de claustros por las distintas carreras puedan debatirlo (reunión convocada por la Secretaría General de FFyL).

[3] Se llama ad honorem puros a aquellos quienes tienen un cargo docente pero no reciben remuneración alguna por su trabajo (esto incluye el hecho de que tampoco tengan ART ni obra social). Por otro lado, la junta denomina ad honores encubiertos a aquellos que perciben una renta por su trabajo pero menor a la que le correspondería según el nivel de responsabilidades asociadas al cargo (por ejemplo, hay muchos docentes que tienen un cargo de ayudante de 1ª, pero desempeñan funciones de JTP interinos, percibiendo su salario sólo como ayudante).

[4] Beatriz Colombi es la profesora a cargo de Literatura Latinoamericana. A su vez, fue representante en Junta por la minoría de profesores en el período 2004-06 (no corresponde a la misma facción política que la minoría actual; la mayoría sigue siendo la misma que en el período anterior).

Aquello que sólo parece académico (funcionamiento de cátedras, etc., etc.) una vez más tiene una dimensión política desde la cual puede ser mirado. Si bien Colombi no participa de estas discusiones, es a través de su epístola (ya presentada en la reunión anterior y devuelta por errores formales en la elevación del pedido) que se dirimen posiciones: quienes abogan por los eternos, continuos, infaltables criterios excepcionales, y quienes buscan que alguna vez se usen los criterios generales definidos por la misma Junta.

Esta discusión no es, claro está, para nota al pie. Ahora bien, sucede que:

· La burocrática Junta de Letras poco produce. En general la distribución de rentas es el tópico más habitual. Uno se pregunta cuánto puede tomar esto. La respuesta es, al menos una hora por reunión. La difusa nebulosa en la que se sientan los criterios de asignación de rentas da cuenta de la puja de intereses por parte de los distintos interesados.

Entre los criterios de excepcionalidad, las dificultades de las cátedras para funcionar.

[5] Criterios en los que, en definitiva, funciona la Junta.

[6] Acá aparece otro punto que es interesante debatir, sobre todo porque este argumento se puede sostener. La voluntad de sostener rentas en cada cátedra no es sólo cuestión de clientelismo político académico. Sucede, efectivamente, que los concursos (instancia por medio de la cual habitualmente se designan rentas nuevas, aunque no siempre, no se sustancian. La ineficiencia de un sistema de asignación de cargos y/o rentas como el que tiene la facultad y la UBA en general (aunque en la Facultad de Ciencias Exactas los concursos salen…), da lugar a que con razonables argumentos profesores y docentes pretendan mantener las rentas para dentro de la cátedra. De nada sirve, veamos, simplificar…

[7] Según se rumorea, las trabas a la designación de Adriana Minardi responden a causas meramente políticas.

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